Noche azul,
de sueños dorados
y promesas latentes.
Noche de alientos cercanos,
de palabras esperadas
y sudores esparcidos.
Noche de roces,
de besos deseados
y pieles desprovistas.
Noche de indecencias,
de santidad
y estrellas sobre la frente.
Noche de susurros,
de cristales suspendidos
y duendes bailarines.
Noche callada,
de enormes simbolismos
y sexo a la interperie.
Una noche divertida. De eso no cabe duda...
ResponderEliminarHOLA SOMMER, QUÉ BUENA ONDA, Y BUEN SENTIDO DEL HUMOR. GRACIAS POR LEER MIS TRABAJOS..UN BESO GRANDE
ResponderEliminarHola Bettiana, la vedad son unos versos hermosos y las noches se brindan para toda esa fantasía de amores y placeres, cubiertos por el manto de las estrellas y arropados por la luna, un placer pasar por tus letras y dejarte mi huella, saludos Antonio.
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