(IMAGEN DE LA WEB)
Vida mía,
me estremece contemplar
tu piel calcinarse
frente a mi desnudez.
Y me sobresalta
tu respiración húmeda
al tocarnos.
Vida mía,
me excita el aroma
del deseo en la
entrega al beso eterno.
Y me enciende
tu paseo en
impetuosa pasión.
Vida mía,
me enloquece
el vaivén trastornado
de los cuerpos en ansias.
Y la demencia
de tu barco al llegar
a mis playas blanquecinas.
Bettiana Vázquez
Uf, cuanta pasion confesada...
ResponderEliminarMuy intenso, besos.
Me resulta de mucho gusto este apasionado poema, amiga.
ResponderEliminarAbrazos