La hoguera fue testigo
del incendio , aquella noche.
Del ataque sigiloso a mi blusa,
que fue devastada en sus botones,
los que explotaron y
desaparecieron en el espacio.
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Sobre el fondo negro del sillón,
aquella noche, quedaron libres
mis playa de olas arrebatadas y
mis dos sendas inmaculadas
que se unen en un sólo destino.
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Callada.....el suspiro era
inevitable y el cabalgar salvaje
del corazón me delataba.
Tiemblo....mis ojos sin
poder dejar de mirarte,
poder dejar de mirarte,
pretendían esconderse tras
el cabello desparramado.
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Desde mi torso desnudo percibía
el calor que irradiaba tu ser.
Y crecían mis ansias....dejándome arrastrar
por las brasa de tus manos,
cuando mis torrentes
no podían dejar de bramar.
no podían dejar de bramar.
(c) 2011- Bettiana Vázquez
Una apasionada noche, de esas que no se olvidan.
ResponderEliminarun abrazo Bett
Hermosos versos Bettiana, el amor es un fuego devorador.
ResponderEliminarPásate por mi blog, tienes un bonito premio por ser Poeta,que sabe dar Vida la VIDA.
Con ternura
Sor. Cecilia
Preciosos versos Bettiana....el amor es así, dulce y sensible pero en ocasiones pasional y colmado se sensualidades.
ResponderEliminarQuién no ha vivido un amor tan pasional???
Me has emocionado y me has hecho recordar
Un beso grande
Una noche alocada...Hermoso poema Bettiana,muy bello..Gracias por tu visita y comentario,es un placer visitarte,Un abrazo grande...
ResponderEliminarEn tus letras se percibe el calor que radia tu excelente poema,
ResponderEliminarun grato placer pasar por tu casa.
feliz semana.
un abrazo.
bello , intenso y apasionado poema que ha plasmado sensaciones de una noche inolvidable. Muy bueno. Un abrazo.
ResponderEliminarFino erotismo, tras la sonrisa
ResponderEliminarUn saludo
Bonito y sensual blog Bettiana con unos poemas cargados de erotismo acompañados de bellas imagenes, un abrazo y feliz fin de semana.
ResponderEliminarGRACIAS!!!!
ResponderEliminarGRACIAS POR EL CARIÑO Y EL APOYO